La Batalla de Inglaterra
Primera derrota de Hitler
En el verano de 1940, Hitler ocupa o domina ya casi toda Europa. Solo le faltan dos grandes países: Inglaterra en el oeste y la Unión Soviética en el este. Y decide invadir el primero, para poder ocuparse después del segundo.
Pero para invadir las Islas Británicas por mar, antes debe dominar el aire, por lo que envía a la Luftwaffe a destruir los aeropuertos y los aviones ingleses. El resto de la historia pertenece ya a la leyenda: un puñado de pilotos ingleses conjuraban el peligro de invasión y derrotan, por primera vez en la guerra, a las fuerzas del Führer.
Operación León Marino
El 2 de julio de 1940, a pocos días de la caída de Francia, Hitler ordena que comience a estudiarse el plan de invasión de las Islas Británicas que se bautiza con el nombre de León Marino. El 14 de julio se fija la fecha de la invasión para mediados de agosto y comienza la concentración de transportes y buques menores en los puertos de la mancha, a pesar de la oposición de la Armada alemana, que no cree que la aviación pueda ofrecer una cobertura suficiente para que la travesía del Canal, contra la Royal Navy, tenga éxito.
El plan preveía el desembarco de una primera oleada de nueva divisiones más dos aerotransportadas con 650 tanques, que, en once días, formarían una extensa cabeza de playa en torno a Folkestone. Paralelamente, tres divisiones montarían una de diversión en Lymne Bay, al oeste de Portland, para presionar al norte el estuario de Severn.
Al cabo de una semana se iniciaría el avance en dirección a Londres, apoyado por una segunda oleada de seis divisiones blindadas y tres motorizadas, con una tercera de nueve divisiones de infantería y una cuarta de ocho, también de infantes. En total, de 260.000 a 270.000 hombres deberían completar la ocupación de la isla en poco más de un mes, para la que se había reunido una flota de 155 transportes y 3.000 barcazas y embarcaciones menores. La flota de guerra, que apoyara la invasión, está compuesta de 4 acorazados (2 de ellos anticuados), 2 acorazados de bolsillo, 6 cruceros, 13 destructores, más de 20 torpederos y buques menores y 57 submarinos.
El 31 de julio, ante las dificultades del plan, se pospones la operación león Marino hasta mediados de septiembre, dejando que el arma aérea de Goering allane el camino. Pero el camino estaba demasiado empinando.
