La retirada de Dunkerque
Un milagro en el infierno
En mayo de 1940, Alemania lanza una ofensiva general en el frente oeste: un ala de sus fuerzas ocupa los Pises Bajos y Bélgica: otra rompe el frente francés en Sedan; y entre ambas, acorralada contra el mar, queda un (bolsa) del ejército aliado formada por varios cientos de miles de soldados. Podía ser un golpe tremendo, tal vez definitivo, contra los países occidentales. Y, sin embargo, de aquel infierno que fue Dunkerque lograron escapar, en pocos días, más de 300.000 soldados en las más heterogéneas embarcaciones. El Daily Mirror hablaría del (bendito milagro de Dunkerque).
Operación Dynamo: retirada de Dunkerque
La retirada de Dunkerque, del 27 de mayo al 4 de junio de 1940, fue el epilogo de una furiosa batalla terrestre, marítima y aérea que concluyo con la evacuación por mar, hacia los puertos del canal de la Mancha, de más de 300.000 soldados británicos y franceses (también unos belgas) que se encontraban cercados por las fuerzas alemanas.
El reembarque de las tropas, la operación Dynamo, como la bautizaron los británicos, fue una respuesta desesperada a una maniobra envolvente de las divisiones blindadas alemanas que inicio el 20 de mayo. Después de haber conquistado Amiens, y para completar su gigantesco y audaz Sichelshnitt (golpe de hoz), las Panzerdivisionen llegaron al mar, en la desembocadura del Somme, y atraparon en una gran bolsa al Ejército belga, a la British Expeditionary Force (BEF) y a las mejores unidades de los ejércitos franceses.
La retirada de Dunkerque fue muy costosa y provoco una trágica controversia entre los aliados. Los ingleses salvaron el grueso de sus tropas, pero perdieron mas de 60.000 hombres y todo el material. El Rey Leopoldo de Bélgica firmo una capitulación, que después de la guerra desataría una crisis peligrosa dinástica. Unos 40.000 soldados franceses, que defendieron hasta el último momento el perímetro atrincherado de Dunkerque, para hacer factibles la evacuación, hubieron de rendirse sin condiciones.
Algunos generales alemanes atribuyeron a un error táctico el que “miles y miles de soldados enemigos se embarcaron sanos y salvos, en nuestras propias narices, hacia Inglaterra” (General Halder). Para los franceses, que pagaron el mayor tributo, la retirada de Dunkerque es un episodio de la campaña de Francia y de las mas tremenda derrota de su historia. No obstante, el general francés Weygand, a manera de justificación, escribió: “Dunkerque no fue ciertamente una victoria, pero si algo mas que una liquidación desafortunada de lo que pudo llegar a ser una catástrofe.
El ”Milagro” de Dunkerque
Los generales Gort y Binchard (1 Ejercito francés) elaboraron los detalles de la retirada y la cabeza de puente en torno a Dunkerque en una reunión el 26, el mismo día en que el Almirantazgo dio la orden de la llamada operación Dynamo. El primer barco británico zarpo para Dunkerque a las nueve de la noche de aquel día. No obstante, el alto mando francés, si bien autorizo el repliegue, insistió que había que resistir sobre el terreno y demoro hasta el día 26 la orden formal para la evacuación por vía marítima. A medida que iban llegando al perímetro de la cabeza de playa de Dunkerque, los británicos y los franceses cavaban fortificaciones.
Los jefes navales británicos, que desde 19 de mayo estaban preparando la operación Dynamo, creyendo que, el mejor de los casos, no podrían evacuar a más de 50.000 hombres. Hasta el ultimo momento, el alto mando francés no creyó en la evacuación. El pesimismo domino en la reunión que británicos y franceses celebraron en Dover el 27. Y, Sin embargo, se produjo “el milagro de Dunkerque”. Al relativo éxito de la operación Dynamo contribuyo de manera decisiva una controversia entre los generales alemanes.
Hitler detiene el avance de sus divisiones
En efecto, las Panzerdivisionen, que el 24 alcanzaron Boulogne, Calais y Saint Omer, recibieron inesperadamente la orden de detener su progresión hacia el norte. Refrendada por el Führer, después de una reunión de todos los altos mandos militares en OKW, la decisión no fue revocada hasta el día 27, lo que dio tiempo para que los franco-británicos iniciaran las fortificaciones.
La propaganda alemana pretendió acreditar las versión de que el parón de los blindados se debió al deseo expreso de Hitler de no aniquilar a los británicos a fin de mantener la puerta abierta para una eventual negociación tras la rendición de Francia. La mas reciente investigación histórica descarta las razones políticas y sostiene que los alemanes no persiguieron el avance por razones militares.
¿Por qué detuvo Hitler el avance de sus divisiones?
“El general Hardel, jefe del Estado Mayor, general OKW (Oberkomando Der Wehrmacht, Cuartel general de las Fuerzas Armadas alemanas), escribe: “El ala izquierda, compuestas por fuerzas blindadas y motorizadas, que no tiene ningún enemigo ante ella, será detenida en sus posiciones por orden directa del Führer. Corresponderá a la Luftwaffe el acabar con el ejército enemigo rodeado”.
El general Warlimont comparte el estupor de los generales Halder y Jodl e intenta comprender: “Jodl confirmo la orden había sido dada ya y se mostro bastante impaciente ante mis preguntas. El mismo tenia la misma posición que Hitler, subrayando que la experiencia personal, no solo de Hitler, sino también de Keitel y la suya propia, durante la Primera Guerra Mundial, demostraba sin lugar que los blindados no podían operar en las marismas de Flandes, o al menos no sin grandes pérdidas, dados los efectivos ya reducidos de los cuerpos de ejército de Panzers y de las tareas que les esperaban en la segunda parte inminente de la ofensiva en Francia.
“Sin embargo, por entonces me revelaron otro motivo de este tipo. Goering habría intervenido por tranquilizar al Führer, diciendo que su aviación terminaría en el cerco cerrando por via aérea la fachada marítima de la bolsa. Ciertamente sobrevaloraba la eficacia de su departamento personal”.
